El ministro de Exteriores iraní, Seyed Abas Araqchi, calificó como “serias y productivas” las conversaciones con EE.UU. en Omán, aunque subrayó que persisten “desacuerdos sustanciales” que requieren más consultas en Teherán y Washington. Araqchi agradeció el rol de Omán como mediador y destacó que las negociaciones —más técnicas que en rondas anteriores— incluyeron intercambios escritos detallados. “Nos adentramos en discusiones específicas, con aportes clave de expertos económicos, algo nuevo en nuestro equipo”, reveló. Persisten divergencias Aunque el clima fue “constructivo”, el canciller advirtió que subsisten diferencias tanto en lo macro (temas nucleares) como en detalles. “Esto no significa que hayamos resuelto los desacuerdos; seguimos lejos de un consenso”, afirmó, pidiendo cautela ante posibles avances. Próxima ronda: expertos atómicos La cuarta ronda, prevista para el sábado en Mascate, mantendrá el nivel alto (con Araqchi y el enviado estadounidense Witkoff) e incorporaría expertos de la Organización de Energía Atómica de Irán. “Cada fase exige especialistas acordes a la agenda”, justificó el Canciller iraní. Enfoque exclusivo en lo nuclear El ministro descartó diálogos paralelos: “Solo hablamos del programa nuclear y el levantamiento de sanciones. Esto no ha cambiado en las tres rondas, y EE.UU. lo ha respetado". Reiteró que cualquier acuerdo requiere "satisfacción mutua". Lecciones del pasado aceleran el proceso El ministro iraní de Exteriores reconoció que experiencias previas agilizaron los debates: “En otros contextos, este progreso tomaría meses”. No obstante, matizó: “La voluntad política es necesaria, pero no suficiente. Los desacuerdos son complejos y llevará tiempo”.